ANEXO A: DECLARACIÓN DOCTRINAL OFICIAL

Principios Fundamentales de CursosdeFe.com

Todo instructor, al subir contenido a la Plataforma, declara y garantiza su adhesión a las siguientes verdades de la Palabra de Dios, las cuales son inquebrantables.

1. Las Sagradas Escrituras (La Biblia)

Creemos que la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) es la inspirada, infalible e inerrante Palabra de Dios. Es la suprema y final autoridad en todo lo concerniente a la fe y la conducta cristiana.

2. El Dios Trino

Creemos en un solo Dios verdadero, eternamente existente en tres personas co-iguales: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Él es el Creador, Sustentador y Gobernante soberano de todo cuanto existe.

3. Jesucristo: Deidad y Obra

Creemos en la deidad de Jesucristo, Su concepción milagrosa por el Espíritu Santo y Su nacimiento virginal. Creemos en Su vida sin pecado, Su muerte sustitutoria en la cruz como la única y total expiación por el pecado de la humanidad, Su resurrección corporal de entre los muertos, Su ascensión al cielo y Su regreso personal y visible.

4. La Salvación

Creemos que el ser humano es pecador por naturaleza y necesita la redención. La salvación es por gracia, a través de la fe únicamente en la obra de Jesucristo. Es un don gratuito de Dios que resulta en el perdón de los pecados, la justificación y el nuevo nacimiento.

5. El Espíritu Santo

Creemos en el ministerio del Espíritu Santo, cuya obra es convencer de pecado, regenerar al creyente y capacitarlo para la santidad. Él mora en cada creyente desde el momento de la salvación.

6. Ética y Conducta

Creemos que todo creyente debe vivir en el poder del Espíritu Santo, manteniendo una conducta de santidad, integridad y amor, en obediencia a los mandatos bíblicos. Esto incluye la defensa del valor y la dignidad de toda persona y la adhesión al diseño bíblico del matrimonio como la unión exclusiva y permanente entre un hombre y una mujer.

7. La Sanidad Divina y los Milagros

Creemos en el poder inmutable de Dios, manifestado a través de milagros y la sanidad divina como una provisión disponible para la Iglesia en la actualidad. Esta manifestación de poder es inherente a la obra de Cristo en la expiación y es activada por la fe.


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